dilluns, 24 de febrer del 2014

Després d'ARCO


Pablo Picasso
Les Demoiselles d'Avignon
Oli sobre tela, 243.9 x 233.7 cm.
(1907)

“Compró pinturas nuevas ya preparadas y lienzos aprestados en una tienda de artículos para artistas y, recuperando su anterior entusiasmo por Picasso, se puso a buscar un estilo relacionado con el más grande de los pintores modernos, pero que sería el auténtico de Francis Cornish.
No habría sido fácil en cualquier caso, pero le resultó completamente imposible después de leer la declaración de Picasso a Giovanni Papini, aparecida en el Libro Nero en 1952. El maestro decía:

La masa ya no busca consolación y exaltación en el arte, pero los refinados, ricos y desocupados, destiladores de quintaesencias, persiguen la novedad, la rareza, la originalidad, la extravagancia, lo escandaloso. Yo mismo, desde el cubismo e incluso antes, he satisfecho a esos expertos y críticos dándoles todas las rarezas cambiantes que me pasaban por la cabeza y cuanto menos me entendían más me admiraban. Enseguida me hice famoso divirtiéndome con todos esos juegos, disparates, rompecabezas, jeroglíficos y arabescos. Y para un pintor, la fama significa ventas, ganancias, fortuna, riqueza. Y hoy, como sabe usted, soy famosísimo y rico, pero cuando me quedo solo conmigo mismo, no tengo el valor de considerarme un artista, en el sentido magnífico y antiguo de la palabra. Giotto, Tiziano y Rembrandt sí fueron grandes pintores. Yo sólo soy alguien que entretiene al público porque ha comprendido los tiempos en que vive y explota al máximo la imbecilidad, la vanidad y la codicia de sus contemporáneos. Es una confesión amarga, más dolorosa de lo que pueda parecer, pero tiene el mérito de ser sincera.”*


* De la segona part de la Trilogía de Cornish 
de Robertson Davies: Lo que arraiga en el hueso
Traducción de Concha Cardeñoso. 
Barcelona: Libros del Asteroide, 2008. 
ISBN: 9788493659769. 
Pàg. 455-56.

divendres, 14 de febrer del 2014

Un futur gris


Juan Gris
Nature morte à la nappe à correaux
Oli sobre tela
(1915)


A LÉONCE ROSENBERG (RECIBO)
París, 19 de abril de 1915

Recibí del Sr. Rosenberg la suma de 480 (cuatrocientos ochenta) francos por dos cuadros de formato 50 y 30. *

El marxant Léonce Rosenberg (1877-1947), fundador de la Galerie L'Effort Moderne, després de continuar el negoci familiar d'antiguitats, s'hi va desvincular creant la seva col·lecció de peces perses i gòtiques, però a partir del 1910 es va interessar pel cubisme, comprant obra a Picasso i més artistes, en va ser un gran defensor. Gris va tenir contracte amb Rosenberg entre 1916 i 1920, època a la que precedeix aquest rebut de la seva correspondència.

Segons consta al Juan Gris: catalogue raisonné de l'oeuvre peint de Douglas Cooper (amb registre I, nº127), el quadre de 50 citat és Nature morte à la nappe à correaux, el mateix que el passat 4 de febrer la casa de subhastes Christie’s de Londres va vendre per 34,8 milions de lliures (41,4 milions d' euros), xifra rècord per un quadre de l'artista i del que Gris només en va cobrar de Rosenberg, fent càlculs aproximats, el que avui serien poc menys de 60 euros. S'ha de fer el canvi transportat a principis del segle XX, i segurament no estaria gens mal pagat. Però quan s'arriben avui a preus tant i tant desorbitats, m'entren ganes de viatjar en el temps (com a Midnight in Paris, la pel·lícula de Woody Allen) direcció al Montmartre del 1915 i explicar-li. Amb les penúries que va arribar a passar, no s'ho creuria.


A DANIEL-HENRY KAHNWEILLER
París, 7 de septiembre de 1915
Mi querido amigo:
Ha sido usted muy amable animándome como lo hizo en su última carta. Veo que, concociéndome como me conoce, está pensando en lo preocupado que debo estar. A veces también soy optimista como usted y pienso en un buen futuro. Pero eso es sólo cuando brilla el sol. Ahora estoy particularmente preocupado con el invierno que se avecina.
En los últimos días he pintado varios cuadros que me gustan bastante. Estos días cuando acabo de trabajar no leo folletines, sino que hago retratos del natural. Tienen un parecido bastante bueno, y pronto tendré tanta destreza como un ganador del Premio Roma. Me entusiasma saber hacer cómo se hace, y no me canso de hacerlo porque pensaba que era mucho más difícil.
No veo a mucha gente porque apenas salgo de Montmartre. Casi nunca voy a Montparnasse. Esos cafés bohemios, la Rotonde y la Dôme, están cada vez más horribles. Prefiero el encanto doméstico de Montmartre, donde la gente se encuentra en los estudios de amigos y nunca va a los cafés.
Braque se está recuperando, y no sé qué más decirle, y le envío, con la esperanza de que vengan tiempos mejores, mis más sinceros saludos.
Suyo,
JUAN GRIS*


*Juan Gris: Correspondencia y escritos. Edición de M. Dolores Jiménez-Blanco. Barcelona: El Acantilado, 2008.(El Acantilado, 169 : Epistolarios). 520 pàg.ISBN: 978-84-96834-48-4. *Pàg. 76 i 83.

[Foto: El País]

[TorontoTV: Charles Azanavour: La bohème]

dimarts, 4 de febrer del 2014

Boek visual Sara Huete




Sara Huete
En el país de las maravillas
(Collage)

Lo suyo es un bolero didáctico y un vocabulario emocional. No recuerdo cuál fue mi primera mirada de una creación de Sara Huete. La iconografía se superpone, el asombro impone la ley del olvido y el sueño plástico es una nostalgia de futuro. Con esta artista el universo es un collage melancólico de tiempos entrecruzados y crónicas desveladas.
Frente a los iconos de la fugacidad y la celérica ilustración onanista, las imágenes que propone Sara están ancladas en la verdad, levitan perfumes de metáfora y sugieren metamorfosis para burlarse del tiempo.
Lo que en otro es artificio en Sara Huete es una disposición al hallazgo. Cuando la mariposa de la inspiración queda atrapada en la caja mágica de esta hacedora de poemas con tacto, al otro extremo del mundo se siente un riguroso temblor, como si el desorden reclamara un abecedario definitivo para comprender el mundo.
Como un mago renacentista, opone el trabajo en clave de intensidad, el tempus fugit pero vivo del instante único, al fuego del resplandor artificial. Sara Huete toma la temperatura de la vida, mide la fiebre de la noche, cifra el latido cotidiano y guarda lo necesario en una caja de dimensiones en verso. Su oficina de objetos perdidos es un catálogo de emociones reencontradas. Aquella postal se ha apropiado del presente; el dedal es ahora la petit mort de una costurera en soledad, y el fragmento de una carta vuela impregnada de minuciosas levedades.
Sus cuentos de cobijo, un género para mayores niños e infantes adultos que ha creado con materiales femeninos y fortaleza de sueños, nos cuenta el mundo y nos convierte en sus personajes. Lo que en ellos habita es fruto de un proceso: Primero: retazos de desmayos, coreografía deshumanizada, basura dispersa. Después: mosaicos arrebatados y alfombras voladoras con viajes de ida y vuelta. Finalmente: relatos de azúcar y sangre no aptos para impávidos e ilusos.
Les invito a descubrir las construcciones de Huete, sus assemblages, donde el rito es lo intelectual y la marca de fábrica un legado de arqueología poética rescatada de una civilización que nunca existió y que por eso añoramos.
Sara Huete lo pone fácil. Por si acaso la vida...surge el retazo, el rizo, la revelación de su gesto en arte al que aferrarse como un último cabo en la tempestad de una sensación huérfana.
La artista abre la vida y archiva el caos. Su vértigo del descubrimiento nos convierte en inmortales.

Text de Guillermo Balbona


La aventura del Saber 30/01/2014 
Boek visual Sara Huete


[Música de Chet Baker]

dissabte, 1 de febrer del 2014

The Bikeriders


Danny Lyon
Crossing the Ohio
USA. Louisville, Kentucky. 1966.


Segona part de l'exposició que la Fundació Foto Colectania de Barcelona està dedicant a l'obra de Danny Lyon. Si a l'anterior sèrie exposada, Conversations with the dead, es retratava la vida entre reixes a les presons, amb The Bikeriders, Lyon aparentment sembla que ens porti a un altre extrem, perquè al cim d'una moto i amb tota la carretera pel davant, llibertat és el primer que em passa pel cap.
Fotos de grups de motards nord-americans dels 60'. Cuir, tatxes, tatuatges, tupés i cardats. Bars de carretera amb billar, rock'n'roll sonant a la jukebox i molta cervesa. Asfalt per rodar i, als marges, molt camp, florit i amb forces arbres per fer-hi un bon pícnic. Les motos, sempre impecables. Però en els retrats més íntims de Lyon, si mirem als ulls d'aquests herois de barri d'extraradi, els mateixos que causen admiració entre els nens i que celebren funerals quasi de rang militar per la mort dels seus, als ulls no hi veig pas tanta llibertat.


Danny Lyon
Sparky and Cowboy (Gary Rogues)
USA. Schererville, Indiana. 1965.



[Imatges: Magnum]

[Toronto-pick-up: Gene Vincent: Be Bop a Lula]