dilluns, 16 d’agost del 2010

Tinc pits

The Log Lady
My log saw something that night...
Twin Peaks de David Lynch, 1990.

Aquest any, fa només uns mesos, Twin Peaks ha complert vint anys. Renoi com passa el temps! Recordo quan la van estrenar a Telecinco. Era als inicis de tu cadena amiga, l'època de les mamachicho-me-toca i cada quart d'hora de sèrie posaven un quart d'hora d'anuncis, molts repetits perquè no tenien encara masses anunciants. Una tortura, sort del video ( Beta o VHS?) i avui del DVD. Mai he seguit i tornat a veure tant cap altra sèrie, i això que els amics me'n recomanen de molt bones, diuen, però no sóc un gran consumidor de sèries. A Twin Peaks vaig arribar per ser un fan de David Lynch. Perquè m'agrada el seu món surrealista que es deu a una manera de fer encara més surrealista:
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Las ideas surgen del modo más extraño en cuanto prestas atención. Y a veces en el plató de rodaje ocurren cosas que te incitan a soñar.
Cuando estábamos rodando el piloto de Twin Peaks teníamos un ayudante de decoración llamado Frank Silva. No estaba previsto que Frank apareciera en Twin Peaks, ni por asomo.
Pero estábamos filmando en casa de Laura Palmer y Frank estaba trasladando muebles de un lado para otro de la habitación. Yo estaba en el pasillo, debajo de un ventilador. Y una mujer dijo: “Frank, no coloques el vestidor debajo de la puerta. Te quedarás encerrado en la habitación”.
Y me vino a la mente la imagen de Frank en la habitación. Corrí a la habitación y le pregunté a Frank si era actor. “Pues da la casualidad de que sí”, me dijo. Porque en L.A. todo el mundo es actor. Y puede que también en el resto del planeta. De modo que le dije: “Frank, saldrás en esta escena”.
Grabamos un plano panorámico del dormitorio, dos veces sin Frank y una vez con Frank quieto a los pies de la cama. Pero yo no sabía para qué ni qué significaba.
Esa tarde bajamos a la primera planta a filmar a la madre de Laura Palmer en el sofá. Estaba tumbada triste y atormentada. De repente veía algo en su mente. Se levantaba de un brinco y se ponía a chillar. Sean, el operador de cámara, tuvo que girar para seguir su cara al levantarse. A mi me pareció que había hecho un trabajo perfecto. De modo que grité: “Corten: ¡perfecto, precioso!!. Y Sean me replicó:
- No, no, no. No está bien.
- ¿Qué pasa?
- Había alguien reflejado en el espejo.
- ¿Quién?
Frank se reflejaba en el espejo.
Pasan muchas cosas así que te incitan a soñar. Y una cosa lleva a otra y, si lo permites, se abre algo totalmente nuevo.
*




Fire walk with me...

*Twin Peaks. A: Lynch, David. Atrapa el pez dorado: meditación, conciencia y creatividad. Traducció de Cruz Rodríguez Juiz. Barcelona: Reservoir Books – Mondadori, 2008. ISBN: 978-84-397-2140-6. Pàg. 93-94.

[Foto The Log Lady: Bienvenue a Twin Peaks]

[Toronto Ràdio: Angelo Baladamenti: Twin Peaks: Dance of the Dream Man]

2 comentaris:

Samedimanche ha dit...

Mi querido Mr Leño, es que Twin Peaks dejó el listón muuuuuuuuuuy alto...

Toronto ha dit...

Samedí, sabía que su leño también tendría que decir algo al respecto! Si hi hay alguien que lo sepa todo sobre las series que hay por ver, esa es usted! Y no descuide su leño, o su santo lo transformará en arpón!