divendres, 20 de febrer del 2015

Honor als valors salvatges


Jean Dubuffet
Autoretrat VI
(Desembre de 1966)


"La exposición abierta el 10 de enero de 1951, en la Librería Marcel Ebrard reúne las obras de cinco artistas que figuran en el catálogo con los nombres siguientes: Paul End, Alcide, Liber, Gasduf, Sylvocq.

Esos nombres pueden parecer extraños. Efectivamente, lo son. La razón estriba en no ser exactamente los nombres verdaderos de los artistas. Se trata de nombres truncados, no enunciados enteramente. Así pues, nos hallamos ante unas obras cuyos autores permanecen en un semi anonimato. Eso nos cambia del ambiente habitual de las exposiciones pictóricas en las que los expositores se muestran por el contrario generalmente tan ávidos por darse a conocer.

Los expositores, en las exposiciones habituales, se preocupan extremadamente por la acogida reservada a sus obras por el público y de los comentarios que habrán de publicarse eventualmente en la llamada rúbrica artística de los periódicos. Cada cual suputa sus posibilidades de convertirse, si no lo es ya, en un artista profesional que viva holgadamente de la venta de sus obras, colmado de atenciones y homenajes...

Pero aquí, nada de eso. Los cinco expositores no se preocupan ni por asomo de tales consideraciones. Tienen otras preocupaciones. Además, no saben ni que dicha exposición se celebra. Esas cosas les dejan totalmente indiferentes. Tienen unas preocupaciones mucho más inmediatas y urgentes que la de ganar dinero con dibujos o jugar a las vedettes en los círculos mundanos. De otro lado tales eventualidades quedan excluidas absoluta y definitivamente para ellos. Los cinco se hallan efectivamente y en estos momentos encerrados detrás de las puertas de un asilo de alienados. Y cuando uno se encuentra en esa situación, se tienen temas de reflexión más graves que el de ver su nombre mentado con ventaja por los críticos de arte de la prensa. Uno tiene cosas en que reflexionar, tan graves y preocupantes, que unas cuestiones como la de mostrar sus dibujos en público, parecen meras futilidades, totalmente carentes de importancia. Y si uno hace dibujos no es, ni mucho menos, con la idea de enseñárselos a quien sea y sacar dinero y consideración, sino por unas razones mucho más serias y profundas.
"*

*Jean Dubuffet. Honor a los valores salvajes (fragment). 1967.
A: Dubuffet, Jean. Escritos sobre arte.
Barcelona: Barral Editores, 1975, pàgs. 95-96.


Tot això ve perquè aquest any tampoc penso anar a ARCO.

[Torontoràdio: Charlotte Gainsbourg: Le chat du café des artistes]

2 comentaris:

Anònim ha dit...

I bé que fas!Ganes de fer-se mala sang.

Toronto ha dit...

Res, només per tocar una mica el que no sona! I per recordar que tal i com està tot muntat, el món de l'art no té res a veure amb l'art.