divendres, 31 d’octubre del 2014

Halloween town


Francesc Català-Roca
Mirador del Tibidabo 
c. 1950


"Llego a la cima del monte Tibidabo y veo a unos cincuenta huérfanos en su uniforme verde aceituna alineados frente al mirador que se abre a la ciudad. Los niños tiritan de frío y ansia bajo los arcos de la oficina del parque de atracciones. Los parques de atracciones... Algún original dice que esos lugares son un negativo burlesco del infierno, brillo de emoción en aristas de azogue; el Leteo discurre por túneles donde chillan las parejas y el tobogán de la montaña rusa es un precipicio de hierro que lanza condenados a las llamas. Todo es posible.
(…)
Azafata que se aleja, mientras los niños renuevan el aullido común porque empieza a llover. Y ése no es el único motivo del infantil delirio: tras el encargado, cruzan la puerta del parque de atracciones nada menos que el Conde Drácula, la Momia, el Hombre Lobo y la Criatura de Frankenstein. Tan trabajado el maquillaje de los monstruos como el de las azafatas, no oculta el desconcierto de los actores de la Casa del Terror haciendo una súbita hora extra."*

* Francisco Casavella
El día del Watusi. Los juegos feroces
Barcelona: Mondadori, 2002, p. 9 i 14.

[Torontoràdio: Bobby Pickett: Monster mash]

3 comentaris:

Anònim ha dit...

Els parcs d'atraccions i les fires són l'altre costat del mirall.

Insonrible ha dit...

¡Fantástico Casavella! Cronista genial. Este libro me enganchó mucho al principio. Al final, menos. Pero esa Barcelona era nuestra Barcelona también.

Toronto ha dit...

I de vegades fa vertigen creuar el mirall, Enric, però és així, és el què hi ha!

Insonrible, solo he leído, hace tiempo El triunfo, y ahora Los juegos feroces, me quedan dos más de El día del Watusi, pero de momento con este primero he disfrutado mucho mucho... con el Apache, el Yeyé y compañia!