Cierta apacible velada de
agosto, Denis se daba con parsimonia su cotidiano paseo digestivo. La
luna llena recortaba las hojas como encaje de sombras. Al quedar
expuestos a la luz, los ojos de Denis cobraban los tenues reflejos
rubíes del vino de Arbois. Aproximábase ya al roble que constituía
el término ordinario de su andadura, cuando la fatalidad hizo
cruzarse en un su camino al Mago del Siam, cuyo verdadero nombre se
escribía Etienne Pample, y a la diminuta Lisette Cachou, morena
camarera del restaurante Groneil arrastrada por el mago con algún
pretexto ingenioso a las Fausses-Reposes. Lisette estrenaba un corsé
Obsesión último diseño, cuya destrucción acababa de costar seis
horas al Mago del Siam, y era tal circunstancia, a la que Denis debía
agradecer tan tardío encuentro.
Por desgracia para este
último, la situación era en extremo desfavorable. Medianoche en
punto; el Mago del Siam con los nervios de punta; y, dándose en
abundancia por los alrededores, la consuelda, el licopodio y el
conejo albo que, desde hace poco, acompañan inevitablemente los
fenómenos de licantropía o, mejor dicho, de antropolicandría, como
tendremos ocasión de leer en las páginas que siguen. Enfurecido por
la aparición de Denis que, sin embargo, se alejaba ya tan discreto
como siempre barbotando una excusa, y desencantado también de
Lisette, por cuya culpa conservaba un exceso de energía que pedía a
gritos ser descargada de una u otra manera, el Mago del Siam se
abalanzó sobre la inocente bestia, mordiéndole cruelmente el
codillo. Con un gañido de angustia, Denis escapó a galope. De
regreso a su guarida, se sintió vencido por una fuerte fatiga fuera
de lo común, y quedó sumido en un sueño muy pesado, entrecortado
por turbulentas pesadillas.
Boris Vian. El
lobo-hombre. Traducció de J.B. Alique. Barcelona: Tusquets,
1987. (Andanzas; 51). ISBN 8472232522, p. 12-13.
[Foto de Gary Oldman al rodatge de
Drácula (Francis Ford Coppola, 1992): Tarkowski]
[Torontoràdio: Arthur H – La Lune]
[Torontoràdio: Arthur H – La Lune]
2 comentaris:
Ideal per a la superlluna que ens visita aquests dies. Sota un porxo amb la llum de la lluna retallant la foscor del bosc sobre el cel. Ah, i un gintònic.
Ara que estan de moda els gintònics en copes baló, com llunes plenes!
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